jueves, 24 de enero de 2019

DIOS, EL OJO Y OTROS SÍMBOLOS...

Cada tanto repaso mis creaciones y las veo con una nueva visión, una perspectiva diferente, relacionada con las nuevas informaciones obtenidas, mis ideas son auto-cuestionadas...
Y me encanta!
Me encanta estar abierta a ideas nuevas y, a la vez, aprender a escuchar a mi ser interior.

A pesar de que existe la verdad, cada uno tiene una experiencia diferente, en la que intervienen muchos factores adquiridos hasta ese momento, que en cierta manera determinarán el foco, o enfoque, con que se observa. 



¿Qué quiero decir con esto?

Que cuando en mis obras utilicé un ojo (por poner un caso), lo hice sin ningún doble significado ni conocimiento illuminati. 
Para mí el ojo representa al ojo de la consciencia, la mente. Y ese es el significado que le adjudico en mi arte. El ojo izquierdo, el inconsciente; el derecho, el consciente.
Tampoco me he puesto a hacerlo adrede en las fotos (a veces taparte la cara te hace más misterioso o no tan fea) es simplemente arte. Si algo busca mi arte, es transmitir apertura de mente, positivismo, ánimo para llevar a cabo lo que uno se propone, confianza en sí mismo, a ir un paso más allá del miedo.

Otra cosa es que yo vea anuncios, videoclips famosos, televisión, películas de hollywood, o un cuadro en una iglesia, por nombrar algunos ejemplos, y no tenga en cuenta el significado masónico que hay detrás. Ahí es donde el primado negativo viene a adoctrin-arte; pero gracias a que eres consciente ya no te afecta, y se transforma en primado positivo.

Así, también, una muchacha ama a los flamencos porque a su abuela le encantan. Un día mira un video de "Exponiendo la verdad" en youtube y se entera que los flamencos podrían ser simbología illuminati. No presta mucha atención a aquello, pero días después empieza a notar que los flamencos se apoderaron de todas las tiendas de la ciudad, de los anuncios, del metro, del cine; salen hasta en la sopa. Primero los unicornios, ahora los flamencos...
La muchacha no compra más flamencos porque sí. Ya no ejercen ningún efecto en ella; mas, si algo simbolizan para ella, es el recuerdo de su abuela, el cual es su verdad.

Mi verdad es que cuando digo dios, no hablo del personaje de un libro, ni de un señor supremo; hablo de Todo-lo-que-existe. Llámese Energía, Vida, Creación, Eternidad, etc., no puedo nombrarlo porque no tiene nombre, dice el Tao.
Y así me siento cuando digo la palabra "dios": en un océano de mareas que forman torbellinos donde algunos se ahogan.
Debemos ir más allá de los conceptos y las imágenes, escuchando a nuestra parte divina, que la tenemos todos los seres humanos.



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