Mar y El

La música dio nacimiento a mi nombre
mucho antes de que yo naciera.
Fui nombrada estrella
de una nueva existencia;
Bailé como las paquitas,
creando mundos de magia,
luz, amor y armonía.

En sus variados estilos
el ritmo
era el hilo que hilvanaba mi vida, 
de una manera inconsciente y, entonces, no reconocida.
Cantar era hacer que el viento arrasara mi alma,
sentir fluir la música por dentro era entrar en una gruta sagrada.

Fue mi infancia una estancia llena de variedad musical sin vigilancia.
La adolescencia nunca rima
con sueños ahogados entre paredes de baja autoestima.
Me enamoré de los bailes,
los shows y una flaca rica;
Y bebí su sangre 
hasta saciarme en su brisa,
pero entonces llegó el rock
destrozándolo todo en pedazos, 
el mundo se me caía
aunque tomaba altas dosis de Calamaro.

Madurez junto al pop,
otra vez me encontré en el hoy.
Fui el pequeño monstruo de una doncella encantada
que con su extravagancia me encandilaba.
Su iluminación fue tanta que a la luz pude ver 
las cartas que ganaban la partida que estaba a punto de perder.
Mi voz se alzó en lo alto
con un canto inesperado,
y me agarré fuerte al destino
hasta dejarlo sin respiro.

Y ahora me encuentro en un Mar y El está a mi lado,
si bien las olas son grandes 
con mis acordes las voy surfeando.
Solo me queda
una alternativa,
de ser quien soy
aunque suene depresiva.
Alternativa de nunca ser la misma
La alternativa de Ser Yo Misma.

               2012-2013