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viernes, 8 de diciembre de 2023

La chispa adecuada en las relaciones de pareja de largo plazo

Sacando de esta ecuación problemas serios como podrían ser abusos, maltratos, faltas de respeto, etc., en lo que respecta a las relaciones de pareja que llevan mucho tiempo y que funcionan bien, pero en cierta forma falta esa chispa de emoción y motivación, he estado analizando una serie de cuestiones que quisiera poner en relieve para aportar luz, o fuego, si se quiere, a este asunto tan delicado.

Considero tres factores principales a los cuales atender de forma urgente si se quiere mejorar en este ámbito, los cuales son: los besos, el interés y la comunicación.


LOS BESOS


Recordemos nuestras primeras citas, tanto con nuestras parejas como anteriores, si se han tenido, sobre todo, remontémonos a la adolescencia. Esa maravillosa etapa venusina donde pensábamos con los chakras inferiores, por no decir con el coño y la polla. Pero hablando mal y pronto, es así, más bien no pensábamos, sino que nos dejábamos guiar y actuábamos en base a nuestros instintos mas bajos. 
¡Ahhh! Qué hermosa época con permiso de equivocaciones que no generaran un arrepentimiento del día después o de 9 meses más tarde...

En fin, a lo que quiero llegar es al tema de los besos, el adolescente no tiene (ni teníamos), al menos la mayoría, vía libre para ir a follar a cualquier parte, por eso, uno debía esconderse, meterse en lugares inadecuados, o simplemente esperar, y mucho. 
Podías pasar horas, incluso en pleno invierno, sentad@ con tu enamorado, pegado a él ya más por el frío que por la calentura, y no dejar de besarte en todo el rato. Él con el pene duro como una barra de acero y tu modosita rozándole pero jamás tocándole el miembro, no vaya a ser cosa que explotase algo por allá abajo, y que pasase la gente o la policía y los detuvieran. 
Y el tipo, así se quedaba, se aguantaba toda la noche, ambos se ponían como un volcán a punto de una erupción que se sabe que no iba a llegar, y al día siguiente no te recriminaba si lo habías dejado empanado, seguramente se iba a su casa y se hacía una manuela como dios manda y ¡ála!, a dormir.

Pero las parejas ya formalizadas, con sus comodidades, sus camas de dos plazas, su manta eléctrica que les deja la cama caliente igual que la estufa, la habitación... Creería uno que la experiencia debiera ser más gratificante, pero no, excepto que sea el principio de la relación, los besos dejan de existir (al menos como en ese exordio).

Sabemos que besar apasionadamente aporta altos beneficios en el organismo, entonces ¿Por qué simplemente no se puede estar en esa dichosa cama caliente besándose uno por tres horas sin el llamado "final feliz"? ¿Por qué siempre se espera el final y no se disfruta del camino, del proceso, que es lo más emocionante? Es como vivir la vida esperando la muerte.

Bien, está claro que en la adolescencia no teníamos que trabajar pero teníamos otras obligaciones y sacábamos fuerzas para lo que nos interesaba, al igual que al principio de cualquier relación, tengas la edad que tengas.
Entonces nos encontramos en la siguiente clave...



EL INTERÉS POR EL OTRO

Puede que invirtamos atención y presencia en nuestras relaciones de años, pero hay una cosa que, silenciosamente, se esconde, y es el interés por la otra persona
Ya sea porque la tenemos más que oída y conocida, o porque creamos estar ya en completa conexión con ella, pero el hecho de interesarnos genuinamente por sus obras, por sus logros, de estar constantemente ahí, puede parecer algo cansino a algunas personas y, como a lo largo del tiempo han invertido tanto en su pareja, hay un silente acuerdo de distancia. Distancia que puede ser necesaria en determinados momentos, pero que a la larga deja un espacio vacío que alguien, indefectiblemente, vendrá a llenar.

Sucede a menudo, que en una cafetería o comercio habitual, cuando un trabajador se muestra amable e interesado por el cliente, éste tiende a confundirse, creyendo que la relación trasciende lo formal. 
A veces, podemos sentirnos tan faltos de ese apoyo total por parte de nuestra pareja, que lo encontramos en un otro amigable. 
Puede que tal vez una simple pregunta de interés profundo venida de una amistad, nos active chakras que creíamos inactivos, o sensaciones que habíamos olvidado.
Está claro que eso es bonito, pero no debemos perder el foco de aprendizaje y conocimiento interno y darnos cuenta de por qué nos sucede esto, cuando tenemos (se supone) una pareja estable y consolidada desde hace años. 
Entonces llega el momento de activar estas dos cuestiones previamente citadas y reiterar la siguiente, totalmente obvia y necesaria, la comunicación.



COMUNICACIÓN

Cuando ya nos ha arrastrado toda rutina y vida monótona en esta tercera dimensión, y vivamos desde hace tantos años con ese/a compañer@ con quien ya somos como uno, y la atracción ha sido afianzada en una unión insondable y tan cercana como la de dos imanes pegados, puede que al estar todo el día juntos, se olvide uno de tener una cita frecuente con su pareja (reitero que la comodidad es peligrosa).
Recomiendo, al menos, una cita semanal, pactada si es necesario. Una cita para solo hablar y contarse cosas uno del otro (sin televisión ni móviles, plis), entablar ese vínculo que nunca debe dejarse de trabajar, ya que cual planta, debe ser regada, podada y abonada constantemente para no perder la radiancia, la fortaleza y la unión.



Así que, en resumen, para mejorar la relación de pareja y reactivar energías estancadas:

*Besar, y solo besar, mucho.

*Interesarse por el otro, re-conocerlo. Siempre hay cosas nuevas por explorar.

*Pactar una cita semanal, o más, de comunicación e incluso, salida informal.











Deseo que estas pautas os ayuden tanto como lo hacen con mi relación.