SIN MAS QUE DECIR...
Han pasado 8(símbolo del infinito) meses desde que salí de casa, estoy a 10.695,20 km de mi ciudad natal, he recorrido 7 países en estos días, y he conocido a centenares de personas.
Mi imaginación se expandió mas de lo esperado, y mis experiencias, que algún día contaré a mis descendientes, han sido espectaculares.
Gracias a la vida, y a la ley de dar y recibir, mucha gente me ayudo y estuve iluminada por mi ángel guardián todo el tiempo.
Mis ojos han contemplado los mas bellos escenarios y he dejado huellas por todos lados.
Hoy, me encuentro en la Barcelona, en el barrio de Lesseps, frente al ordenador (PC) de mi amiga Laura, haciendo un recuento de todo lo ocurrido hasta el día de la fecha y... siento que estoy a gusto con mi vida, que no me falta nada, vivo en la felicidad desde todo este tiempo.
Tengo anhelos de muchas cosas y personas, pero nada ni nadie es imprescindible, miro adelante y el destino es tan inmenso que quiero cruzarlo despacio para saborearlo de a poquito.
Hay muchos proyectos en mente y muy corto tiempo para realizarlos a todos, necesito mas vidas, que supongo que deberé vivir.
Siento que el tiempo es algo cruel con las personas, nos limita, nos limita a elegir, y uno se siente impotente por no poder realizar muchas cruzadas a la vez.
Confío en mi instinto (mi yo superior), que es mas sabio que yo, sabe guiarme correctamente hacia un futuro perfecto, y no deja que me detenga nunca, ni que me salga del camino.
Aun así, aprecio todo lo que en la tierra existe, lo real y lo irreal, lo material y lo espiritual, y cada día estoy mas convencida de que todos somos iguales en cualquier punto del mundo, y si llegara mi final ahora mismo estaría orgullosa de todo lo logrado y de que todos ustedes hayan sido parte de mi historia personal.
¿El combustible de cada día? La música de Andrés Calamaro. Lo es todo.
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