Yo, gato. Tu, conejo.

Yo gato, te acecho. Te ocultas, tú, conejo.
Yo gato, te observo. Sonríes, tú, conejo.
Yo gato, me acerco. Te apartas, tú, conejo.
Yo gato, espero. Nunca vienes, tú, conejo...

Yo gato, me harto, la curiosidad aumenta como el fuego. En tu cueva estás a salvo, ¿te proteges, tú, conejo?
Yo gato, te acorralo y una garra se clava en tu cuello; me miras un tanto extraño, no te asustes, tú, conejo.

Yo gato estoy dudando. No sé de ti, conejo.
Yo gato estoy jugando. ¿Tan serio eres, conejo?
Yo gato, estoy desquiciado, y eso te atrae, conejo.
Yo gato, no soy tan salvaje. ¡Qué lo sepas, conejo!

Yo gato, desespero. ¡No te enteras, tú, conejo!
Yo gato, quiero admirarte. ¿Estás dispuesto, conejo?
Yo gato, quiero rozarte. Quizá eres sabio... conejo. 
Yo gato, ya no intento... ¿Harás algo, tú, conejo? 

En Amor a Miento

Hay grandes cambios a todos los niveles del Ser. 
En realidad, siempre los hubo, pero ahora estamos entrando en una nueva dimensión de consciencia y el proceso se está acelerando. Vienen todos juntos los aprendizajes en forma de caos, no hay nadie que esté tranquilo a nivel material, ni mucho menos a nivel emocional. Todo avanza más rápido (parece).
No es tiempo de separación, la separación es la muerte. 

Es más que nunca, tiempo de Unión.
Están el corazón (amor) y la cabeza (ego). Escuchas a uno o escuchas al otro.
Uno hablará a lo divino y el otro a lo mundano, y lo que digan será Verdad en tanto que el que escuche lo crea, mas la Verdad está más allá de estos dos. 
La Verdad solo se encuentra en la Unión.

El ego teme morir porque obviamente no es real, ya que si lo fuera no moriría nunca, porque sólo es eterno lo que es real. 

La forma de disolverlo es con amor. 

Pero, ¿cómo hacerlo si no sé lo que es el amor?

Si lo que quieres es aprender el amor de verdad entonces solo tienes que pedirlo de corazón y la vida te enseñará. Eso sí, no esperes un camino de flores hermosas que nunca se marchitan, pues te estarías engañando a ti mism@.
El amor es una forma de vivir que conlleva mucho trabajo y dedicación.
Cada día comienza de nuevo en un estado más elevado de unión que el día anterior, y cada día hay que alimentarlo, como si fuera una planta que amas y cuidas.

El ego siempre intentará separarte porque a través de la Unión, él desaparece. Si alguien intenta discutir contigo y tú contestas con amor, el ego no tiene cabida a existir. Ahora, si le contestas atacando entonces lo haces real.
El ego no existe cuando una persona lo da todo por la otra sin esperar nada a cambio, solo por amor, porque el acto en sí lo llena más que nada en el mundo.
Pero para saber esto, hay primero, que estar dispuesto al amor, a matar los demonios interiores y los que vengan de afuera a tentarte; a oír a la voz interior amorosa que une, en lugar de dar importancia a la del ego, que separa.
Simplemente estar dispuesto. Y eso significa dejarse guiar por el corazón. 

El amor es cuestión de voluntad.

 

Y ¡cuidado con los enamoramientos! Nunca son reales. Son expectativas propias y un auxilio ilusorio creado por tu misma mente separatista para cubrir un vacío inexistente.

Esto no quiere decir que esa persona no pueda ser el amor de tu vida, pero en la mayoría de los casos no lo es. Es haber encontrado una hermosa amistad, un valioso reflejo.
El enamoramiento es una admiración deformada por la atracción sexual. Admiras tanto las cualidades de la otra persona, que quieres estar todo el día con esa persona, te interesas por ella, quieres saber de su vida, quieres conocerla... 
En realidad lo que admiras en esa persona lo tienes dentro tuyo. Y la atracción que sientes hacia ella es la atracción de tu espíritu para ayudarte  a reconocer tus propias cualidades.


Claro que en la práctica no es tan sencillo... Nuestras emociones nublan todo lo demás a un punto que te pierdes la mayor cantidad de cosas que pasan a tu alrededor por estar pendiente del "enamorado" y de la mariposas.
Es una admiración en la cuál perdemos el norte, idealizando al ser contemplado, casi o igual que como se hace con los famosos.
Cuando se te presenta una ocasión en que conoces a tu ídolo, te quedas como idiota y no sabes qué decir o cómo reaccionar. Lo mismo pasa con la persona que te gusta, normalmente dirás una tontería solo para sacar un dialogo del cual luego te puedes arrepentir. 

Quieres fundirte en la otra persona porque vuestros seres ya se están fundiendo a otros niveles de consciencia, es una unión que el ser humano (con su cerebro de tercera dimensión) interpreta como sexual, aunque es una fusión espiritual e intelectual, que ya está sucediendo en dichos niveles. 
Una unión que puede dar mucho de sí misma siempre y cuando no se deje corromper por las bajas pasiones.

Como me dijo una vez un sabio:

"Las cosas bellas

para que sigan siendo bellas

hay que dejarlas así,

intactas"