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viernes, 6 de noviembre de 2009

"Pep Magrané y Els Avencs de la Febró"



En una excursión que hicimos este verano con mi equipo de reportajes, escogimos La Mussara.
La Mussara es un pueblo deshabitado desde 1959, allí se crean historias de fantasmas, brujería y ángeles. Si queréis mas información sobre el lugar podéis leer estas páginas:
-La-Mussara-pueblo-maldito
-Mussara Wiki
Es cierto que la niebla es inquietante y envolvente, y el día que fuimos estaba muy nublado. Era tétrico, pero particularmente, no experimenté ningún tipo de "energías" paranormales.

Al final llegaron otros dos hombres, parecían paisanos del lugar, caminaban por el pueblo, uno enseñándoselo al otro, como si lo conociera.
Yo, tan sociable que suelo ser, inicié conversación con aquellos señores. No recuerdo exactamente que pregunté, pero me enteré de que aquel hombre, fue la última persona que nació en ese pueblo. Pep Magrané, ese es su nombre.

Entablamos conversación y nos iba contando sobre su antigua casa; claro que mucho no recordaba, pero yo sabía que Pep en realidad llegaba como un ángel, con una historia y una leyenda del pasado de su pueblo impregnada en su esencia, en su sangre.                
                                      
                                      
Así es que Pep, muy amablemente quiso mostrarnos algo oculto, algo mas interesante y bello que las historias paranormales que no hemos podido ver. Nos llevaron a los tres con su amigo en su propia camioneta, sin conocernos, sin pensar que podíamos ser unos asesinos sueltos, pero Pep no tenía esa maldad, ni siquiera podía imaginarse que unas personas pudieran hacerle daño, su vida de pueblo le convertía en un ser inocente, y eso fue algo admirable y hermoso.
La sinceridad de ese señor es tan pura que debería ser muy buen actor para tener un pensamiento que solo a una mente terroristamente civilizada  como la mía se le puede  ocurrir .
Gracias a Dios, ni Pep ni nosotros teníamos planeado robo o estafa alguna.
Como había prometido nos llevó hasta las cuevas que estaban un poco escondidas. Ese día no teníamos nada previsto en particular así que fue un regalo de la vida conocer  a este caballero y sus cuevas secretas.
Fue hermoso encontrar un paisaje así tan cerca de casa!
Las cuevas eran muy oscuras y demasiado peligrosas como para entrar sin las herramientas necesarias, así que solo dimos una vuelta, salimos y prometimos volver a quedar para atravesarla en otro momento .
Fotografías: Marcos R

Nos hace mucha ilusión volver a vernos, y estamos muy agradecidos por seguir encontrando gente tan maravillosa como Pep.