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lunes, 13 de febrero de 2012

La vida como un Guión

...Es como si Dios (la Creación, el Todo) quisiese experimentarse en el plano físico y lo creara para expresarse en él a través de sus criaturas...


Todo lo que vivimos es porque El quiere experimentarlo y, a la vez, que recordemos de dónde venimos y quiénes somos.
Es una magnifica obra de auto-contemplación eterna.
Pero cuando "caemos" en este cuerpo olvidamos de alguna manera lo que somos y creemos que somos un cuerpo separado del Todo; que somos lo que pensamos, lo que hacemos o lo que sentimos. Pues bien, no somos nada de eso.
Somos los intérpretes o inte-érpretes del papel que Dios nos dio en su Gran Obra. 
No importa el papel que te ha tocado, como buen ejecutante que eres tu interpretación ha de ser la mejor; mas no debes olvidar que estás en una película y no has de creerte el guión, ni confundirte a tí mismo con tu personaje. Tú no eres él, solo le das vida.


El problema es olvidarse de lo anterior y no saber cuál es tu papel.
Para "descargarte" el guión has de acceder al "Director". El guión tiene unas pautas marcadas que debes seguir pero en cierta forma tú lo vas escribiendo ya que es una improvisación que requiere de tu arte y creatividad espontáneas.
El "guión" te es dado a medida que vas avanzando en la historia así que, ningún personaje de ésta sabe el final; pues éste depende de las acciones de todos sus personajes. 
El intérprete imagina o intuye lo que sucederá y poca vez puede estar seguro de tener la certeza absoluta. El Director está haciendo una de sus mayores obras jamás expresada y su intención es que te sorprendas junto con El y todas sus creaturas.


A veces el Director te envía una escena futura para que estés preparado para cuando suceda, pero no debes intentar evitarla ya que es parte de la película y debe quedar grabada y/o registrada en ella.
Lo bueno es que a lo largo de tu guión el personaje variará: tomará diferentes rumbos y todo lo que tu yo (el personaje, el ego) experimente, tu yo superior (alma, espíritu, dios interior, doble cuántico o como le llames) también lo experimentará; siempre sabrá que él no ése personaje, aunque quizás tú lo olvides por momentos.
Muchas veces tendrá que repetir las mismas escenas, miles de veces si es necesario, para hacerlo exactamente como el director desea; que siempre será sacando lo mejor de su intérprete.


Todos y todo tenemos un papel en esta maravillosa película que es la vida. A veces somos los buenos, a veces los malos; otras los cómicos, los depresivos, los problemáticos, los ricos, los pobres y otras veces somos todo al mismo tiempo. Siempre estamos en escena, aún cuando "estamos" solos...
Hay muchas escenas en cualquier película, en la que el actor aparece ante nuestros ojos solo; sin embargo, estamos tan metidos en ella que no pensamos en las cámaras que hay detrás, las personas o "fuerzas" que se encargan de la escena, escenografía, luces, maquillaje, etc.
En nuestra vida diaria no es diferente, no somos conscientes de las fuerzas o energías que nos rodean: las ondas electromagnéticas, las cargas energéticas de los objetos de nuestro entorno, las emociones internas, que a veces no sabemos o no queremos saber de donde provienen, y la interacción de dichas emociones con las del mundo "exterior", son algunos ejemplos.
Nosotros como intérpretes debemos saber que no estamos solos en esto aunque nuestros ojos físicos nos engañen.


Una parte nuestra de seguro ha experimentado alguna vez algún tipo de sensación extraña, visión o algo paranormal... Una parte (el lado derecho del cerebro) cree y siente que es real, sabe la explicación irracional aunque no quiera aceptar que tal demencia sea posible.
Cuando esta parte, lo consulta con el lado izquierdo del cerebro, también llamada razón, ésta busca las mil y una vueltas hasta encontrar una explicación razonable, para no sentir que está uno volviéndose loco.
Pero, ¿Por y para qué sentimos eso? ¿Justamente ésa visión, ésa particular sensación, ése pensamiento?
¿Por qué sentimos que nos miran, nos observan, nos rodean, nos ayudan, nos traban, nos transmiten algún tipo de información, nos dan miedo, misterio, reflexión, curiosidad, investigación; y al fin y al cabo, conocimiento?


Todos vivimos una Única vida y actuamos en la misma película. Dejar el papel (muerte, suicidio, etc.) no implica dejar la película; a veces hacemos más de un personaje, esto sería la reencarnación (si es que existe); pero todos estamos en ella y todas las cosas son parte esencial de la escenografía y nuestro papel es exactamente el que ahora mismo estamos haciendo.
A veces se graban antes las escenas que deben ir al final de la cinta, el orden de los factores no altera el producto; pero si te has quedado atrasado en una escena que debías haber grabado ya hace tiempo es hora de que tomes coraje y sigas adelante con la interpretación; el show debe continuar y si tú te atrasas con tu guión, atrasas al resto de tus compañeros...
Ya sé que algunos no te caen bien pero, ¿quién no te cae bien? ¿El intérprete o el personaje?
Medita esto último.


...


Te espero...


...


¿Una pista? 
Recuerda que el inte-érprete, al fin y al cabo, es parte Dios que se ha olvidado Quién Es.



Cada uno sabe cuando decir "Basta!"; Por lo general nos gusta tocar fondo, ir a lo más profundo, dejarlo todo para el final, para luego morir definitivamente (metafórica y literalmente), o renacer más fuerte que antes y con una verdadera unión. Esto es necesario e inevitable para el proceso completo del desarrollo y expresión del personaje (ego, personalidad, yo) y del intérprete (yo superior, divinidad).


A mi me ha tocado hoy el papel de escritora y transmisora de este enfoque que me ha llegado meditando en la montaña del Guinardó, espero estar a la altura de la interpretación correcta. Los efectos devengados de ello son parte del guión, no hay nada que esté fuera del orden en este caos armónico que es El Todo.

¡Corten!